Mariposas en mi camino

 En ese instante yo descubrí que siempre habías estado conmigo y que jamás me habías dejado. En ese instante supe que nada puede medir el amor que sientes por cada uno de tus hijos. Cuanta ternura hay en esos abrazos en los que nos envuelves. 

Y yo dudando y dudando y Tú amando y amando

Cuando creí ser débil, tu me decías que era fuerte

Cuando me caí, me levantaste y me abrazaste con calidez como lo hace un padre con su hija

Cuando yo no me sentía amada, tu decías que siempre estarías ahí para mi

Recuérdame quien soy, recuérdame que sin ti no hay amor

Padre, enséñame a no perderme y si lo hago, háblame, llámame com tu sabes hacerlo, con esas maravillosas “Diosidades”, pequeños milagros que pones en mi camino, luces y señales para guiarme hacia ti.

Recientemente todo me llevo a unas preciosas mariposas, revoloteando con alegría y llenas de amor, ellas me guiaron hacia ti y con mucha ternura me mostraron que Tu estás en mi, en ese inmenso Amor que late en mi corazón y que nos conecta sin lugar a duda.

Ahora se que esa conexión es el pan que partiste y compartiste, es la oración que nos enseñaste, es todo lo que tu hiciste cuando estuviste aquí en la tierra, es ese amor incondicional e inconmensurable que nos demostraste al morir

Tus brazos siempre tendidos hacia mi, son ese refugio que siempre busque y que pensaba no tener. Ahora lo sé definitivamente y escribiendo estas líneas te dedico todo mi amor