Hace tiempo que no escribía nada.
Por una parte ,tal vez ,por falta de inspiración o de tiempo porque el andar por mil mares absorbe ganas y tiempo en similares proporciones y por otra parte , porque tome la decisión hace unos meses de no dedicarle tanto tiempo a las redes sociales
Pero la navidad y lo que la rodea siempre despierta en mi algo especial y me apetecía compartir esta reflexión con vosotros
La navidad son sus luces multicolores y brillantes , la ilusión y los buenos deseos
Reconozco que me gustan esas bonitas decoraciones navideñas, son preciosas y alegres pero para mi lo que de verdad me gusta es lo que brilla en el corazón de cada uno
Esas luces que no se ven pero que se sienten
Las luces de la generosidad, las del compartir momentos en familia, las del renacer, las que el amor hace brillar en nuestro interior, las de la felicidad de amar y sentirse amado
Esas son las luces más bonitas porque no son frías,son cálidas y reconfortantes
Tienen el olor a familia, amistad y unión
Tienen la calidez de los abrazos y besos
Tienen la alegria de estar juntos
Son las luces de la verdadera Navidad
En muchos lugares el encendido navideño es la señal que la navidad viene y nos anima a prepararnos . Que no solo decoremos el exterior sino que nos esmeremos y dediquemos tiempo a “adornar “ nuestro interior porque la verdadera navidad es la llevamos en nuestro corazón
Feliz Adviento
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