Hijos de un mismo Dios

 






Leí hoy una noticia que me entristeció mucho; Europa desoye la petición de la OMS de retrasar la tercera dosis para permitir que muchos países pobres  puedan tener por lo menos la primera dosis

El egoísmo lleva a la falta de respeto y a la distancia. Fronteras que se elevan, infranqueables, fortalecidas por lemas como: “este no es problema mío”, “sálvense quien pueda” o “mientras yo esté bien”

¡Qué vacío está este “primer” mundo y los  corazones de  los que lo habitan  cuando no pueden ver al otro como alguien que también tiene sus razones y sus dolores.

Tal vez ellos sean los pobres pero los miserables y pobres de alma, de espíritu y de corazones somos nosotros. Solo capaces de ver y anteponer nuestros miedos, sueños, búsquedas y luchas.

¡Qué triste! No hemos entendido nada de lo que va la historia!

Para construir la paz y caminar junto a la verdad  hay que amar, para amar hay que entender...La paz va de la mano de la empatía. La paz no aparta, ni juzga.

Ella sabe que el camino al amor es la consideración, la inclusión y  la comprensión

¿Cuántas curas de humildad necesitamos para entender que somos hijos de un mismo Dios?

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