Cuando dejamos caer una piedra sobre una
superficie de agua aparecen ondas que nacen en el punto en que cayó la piedra y
se extienden hacia el exterior. ... Con la onda se propaga energía, que hace
que otras partículas del medio vibren, aunque sin desplazarse de su posición
sobre la superficie.
Cada vez que se genera una buena acción.
ésta tiene una onda expansiva infinita. Tal vez, no es vista o resentida
inmediatamente. El bien perdura en el tiempo y aunque no lo creamos va transformando
todo a su paso. Por lo tanto, nunca hay que dudar en hacer un favor, una buena
acción como complacer a alguien, agradecer, ayudar, escuchar, consolar o cualquier
gesto que contenga consideración, afecto, atención o amor. Por muy simple que sea
la acción, ésta generara una onda infinita en la vida del otro y en la nuestra
propia.
Seamos como piedras chocando con el agua
Comentarios
Publicar un comentario