La alegría que
se comparte es dos veces alegría y cuando por fin consigues algo después de un
esfuerzo importante, te sientes feliz y a la misma vez orgullosa de ti misma por haber alcanzado tu meta y haber luchado por ello.
No es cuestión
de vanidad, no es eso. Es simplemente felicidad de haber dado un primer paso
hacía un sueño. Llegué a la meta de la media maratón, ahora voy a ponerme a
preparar la maratón, la grande.
Ojalá pueda
alcanzar algún día mi sueño…
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