Si a
veces la tristeza me invade y mi mundo se vuelve gris y si la oscuridad quiere
adueñarse de mi corazón apagando su luz y haciendo que me sienta más pequeña. Cierro
los ojos para meditar y recordar que una vez me encontré con la mirada de una
bella alma. Intento recordar sus palabras repletas de cariño. Ver su sonrisa
que abrazaba, me apacigua, como un soplo de aire fresco que me devuelve la vida.
Alma salvavidas que llegó por casualidad, cambiando todas mis perspectivas.
Gentil alma que me dio ternura, amabilidad y comprensión sin pedir nada a
cambio. Compañía que curó las heridas de mi alma y los moratones en mi corazón.
Me regaló tiempo, me contagio alegría, buen humor y me ofreció su bonita
amistad llena de afecto y ternura. Doy gracias a Dios por la fortuna que tuve de
compartir un trocito de mi camino con un ángel de carne y hueso porque hizo
nacer en mi corazón una luz, una ventana que da hacia la esperanza. Entonces se
dibujó en mí, los verdaderos colores del arcoíris, dulces colores que llenaron
de luz mis tristes días grises ... Salto de fe para volver a Amar, para descubrir
un nuevo mundo y comprender que existen personas que Dios envía, personas que
curan corazones rotos y almas heridas, ángeles que te tienden la mano, te
agarran fuerte y te guían hacía el perdón, hacia el Amor para que tu descubras
que Dios está mucho más cerca de lo que tu pensabas
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